Los Dones del Espíritu Santo
Para comenzar es muy importante que nosotros podamos ver lo que nuestro Señor nos está hablando a través de las escrituras.
1 Corintios 12:4-6
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.”
En este texto va a estar basada nuestra enseñanza, pero primero quiero que entiendas esto.
Aquí hay tres cosas muy importantes que van a servir dentro de la congregación, y esto es lo que yo quiero que tú entiendas.
El primer versículo, que es el versículo 4, dice “ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo”.
1》Quiere decir que quien nos da los dones es el Espíritu Santo.
Ahora vamos a ver el siguiente versículo, el versículo 5, dice “hay diversidad de ministerios”.
¿Quién da los ministerios?
2》El Señor Jesucristo.
Cuando hablamos en las escrituras griegas cristianas acerca del Señor, estamos hablando del Señor Jesucristo.
Entonces en este texto nos está diciendo que los ministerios nos los entrega el Señor Jesucristo.
Y luego habla de que hay una diversidad de operaciones, pero quien nos entrega las operaciones es Dios, está hablando de Dios Padre.
Entonces aquí podemos ver las tres personas, en un único Dios verdadero, que está obrando de una manera en conjunto, pero cada uno da de manera específica, el Espíritu Santo nos da los dones, nuestro Señor Jesucristo da los ministerios, y las operaciones las da el Padre.
Vamos a continuar, vamos a ver un poco acerca de lo que son los dones del Espíritu Santo.
Pero primero quiero hacerte una pregunta.
¿Qué son los dones?
Hay muchas personas que tienen diferentes ideas de lo que son los dones, pero vamos a aprenderlo a la luz de la escritura.
¿Qué dice la Biblia acerca de los dones?
1 Corintios 12:7
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”
- 》Entonces en este versículo, a los dones les llama “la manifestación del Espíritu”.
Los dones son la manifestación del poder del Espíritu Santo. Así que es muy importante que tengamos esto muy en cuenta.
Pero también se nos dice que estos dones se nos han dado para provecho.
¿Qué significa esto? Que nosotros vamos a activar estos dones cuando vayamos a trabajar, y estemos en el uso de ellos, entonces los dones van a comenzar a operar, porque son para provecho, no son para tenerlos ahí guardados.
Vamos a ver un poco acerca de estos dones, y para esto hay que entender que los dones son nueve, y estos los podemos dividir en tres grupos de tres.
▪Al primero le vamos a llamar los dones de revelación.
▪Al grupo número dos le vamos a llamar dones de poder,
▪El grupo número tres se llama dones verbales, o dones de comunicación.
Entonces vamos a ver cada uno de ellos con detalle, y luego les voy a ir explicando como el Señor nos ha permitido entender cada uno de estos dones, cómo usarlos.
Entonces primero vamos a ver cada uno de estos grupos, para que los tengamos claro. Primero vamos a ver el grupo número uno.
DONES DE REVELACIÓN
1 Corintio 12:8
“Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;”
En este texto dice que los primeros dos de los dones que vamos a estudiar ahora, que están dentro del grupo de los dones de revelación, dice que el primero es palabra de sabiduría, y el otro es palabra de ciencia.
No es ciencia, no es sabiduría, se llaman palabra de ciencia, y palabra de sabiduría.
El tercer don de este grupo se llama discernimiento de espíritu, ese lo vamos a ver más adelante porque está en otro texto, pero es importante que entendamos que el primer grupo, que son los dones de revelación, son palabra de ciencia, palabra de sabiduría, y discernimiento de espíritu.
Es muy importante que entendamos que estos van juntos para que cuando lo expliquemos sea más fácil recordarlo.
Así que aquí tenemos el primero grupo, los dones de revelación, palabra de ciencia, palabra de sabiduría, y discernimiento de espíritu. Voy a explicarles un poco acerca de qué es cada uno de estos.
Vamos a comenzar con la palabra de ciencia. Palabra de ciencia es cuando Dios te comunica, vamos a poner un ejemplo, cuando estoy ministrando, Dios me habla acerca de lo que yo estoy haciendo, y se da en cuatro facetas. La palabra de ciencia primero se te da una palabra para alguien o algo.
Cuando es para alguien, puede ser para una persona, una familia, una congregación, una ciudad o un país. Pero cuando es para algo, puede ser por un evento, un tsunami, un terremoto, un huracán, no es una palabra que viene por alguien o por algo.
La segunda etapa es que esta viene la palabra en pasado, presente y futuro.
La palabra viene en pasado, presente y futuro. Cuando viene en pasado, es como cuando Dios te dice acerca de la persona que estás ministrando, y te habla acerca de heridas de rechazo, Dios te puede decir que esta persona tiene heridas de rechazo, de abandono, de traición.
Entonces ahí te está hablando del pasado, y te enseña o te muestra el dolor que está pasando esta persona.
También vamos a ver que en muchos casos te va a hablar del presente.
Por ejemplo, estamos ministrando a alguien, y el Espíritu te hace sentir un dolor, el dolor que está sintiendo esta persona.
También a veces te hace percibir a través de olores, por ejemplo a alcohol, u olor al tabaco, y esto puede ser que esta persona está atada con un espíritu de alcoholismo, no es que el hermano esté tomado en este momento, sino que tiene un espíritu de alcoholismo, y después esta persona cae, porque se emborracha.
Entonces si nosotros podemos percibirlo, ahí es donde nosotros actuamos como ministros rompiendo esas cadenas, trayendo liberación a esa persona, pero esto sucede en el presente.
Cuando nos habla de futuro, es cuando podemos ver por ejemplo el ministerio de alguien, Dios nos muestra acerca de su futuro, cuál es su ministerio, y nosotros podemos traer una palabra de dirección, de activación, que es cuando el Señor nos viene diciendo acerca del futuro de una persona.
Entonces esto es palabra de ciencia, donde nos muestra primero una palabra que es para alguien o para algo, nos muestra del pasado, presente o futuro, y nos muestra acerca de lo que esta persona está percibiendo o sintiendo, en muchas ocasiones ni la misma persona entiende lo que está pasando en su vida, viene con muchos problemas, viene tan cargada que ni siquiera sabe qué es lo que le está pasando.
Entonces es importante tener paz cuando vas a ministrar, no lo hagas a la carrera, no lo hagas en un lugar donde te sientes abrumado, trata de estar en paz para que puedas escuchar al Espíritu Santo, a través de palabra de ciencia.
Ahora te voy a hablar de palabra de sabiduría. La palabra de sabiduría trabaja juntamente con la palabra de ciencia, cuando la palabra de ciencia te revela cuál es el problema, la palabra de sabiduría te va a decir cómo resolverlo.
Eso significa que nos va a decir, si por ejemplo una persona tiene una herida de rechazo, de abandono, o de traición, la palabra de sabiduría te va a decir “necesita sanidad interior”.
Y aquí es donde es muy importante la formación ministerial, porque el don de revelación que te está dando a través del Espíritu Santo la revelación que Dios te está dando, no te va a explicar todos los detalles de cómo hacer la oración, eso lo aprendes en la formación ministerial.
El Espíritu Santo sólo te va a decir qué tiene, porque tú ya debes saber cómo hacer esa liberación. Por eso tenemos escuelas ministeriales.
Y esto no es algo que nos inventamos en el siglo 21, las escuelas proféticas existen desde que existieron los profetas, podemos recordar por ejemplo la escuela que existió en Betel, había otra escuela que estaba en Jericó, los profetas como Elías, como Eliseo, tuvieron estas escuelas, también el profeta Samuel tuvo esta escuela, tenemos muchos ejemplos.
Por ejemplo, tú puedes recordar cuando en la escritura habla de que el rey Saúl estaba persiguiendo a David, y él se fue a esconder donde Samuel tenía esa escuela, que era en Ramá de Naiot, entonces Saúl envió a un grupo de soldados a traer a David, y dice que ahí ellos profetizaron porque ahí había una unción profética muy fuerte.
Entonces ya hablamos de la palabra de ciencia y de la palabra de sabiduría. Estas trabajan en conjunto, pero ellas te van a dar solamente dos detalles, uno que es el qué o cuál es el problema de la persona que estás ministrando, y la otra te va a dar la respuesta de cómo vas a ministrar a la persona.
Pero quiero que sepas esto, cuando yo empiezo a ministrar, lo primero que yo hago es decirle a la persona “¿Qué quieres que yo haga por ti este día?”.
¿Por qué hacemos esto? Nuestro Señor Jesús lo hacía, él decía “¿Qué quieres que yo te haga?” y eso es algo que aprendemos de nuestro Señor para poder hacerlo de la misma manera, porque puede ser que esta persona venga cargada con muchas cosas, pero viene por un problema específico, o tal vez viene a pedirte que ores por su hijo, por su esposa, entonces tú vas a orar dependiendo lo que la persona te pida.
Pero si el Espíritu Santo te deja saber una de estas cosas, es también para que tú actúes y puedas traer liberación o sanidad a la persona que estás ministrando.
Y el número tres, el tercer don de este grupo, se llama discernimiento de espíritus. Es plural, discernimiento de espíritus. Te voy a dar dos versiones.
▪Primero te voy a dar la versión corta. El discernimiento de espíritus te dice o te indica si algo es de Dios o no. Bien sencilla, esa es la respuesta corta.
▪Pero la respuesta larga, vamos a decir la idea completa, es que el discernimiento de espíritus no sólo te dice si algo es de Dios o no, sino que te muestra de qué espíritu viene, de dónde proviene, puede que sea un espíritu de pitón, un espíritu de Jezabel, y es muy importante este don, es muy necesario en las congregaciones, porque el enemigo ha levantado una semilla de apostasía, y hay mucha gente que va a estar hablando en las redes sociales, hablando una cosa y otra. La apostasía es una semilla que se ha sembrado.
Pero para nosotros es muy fácil poder saber cuándo hay una persona que viene levantándose con mala hierba, ¿y tú sabes cómo lo detectamos? El trigo y la mala hierba fue algo que Jesús enseñó, el peso de la semilla de trigo hace que la planta de trigo se doble, y eso representa la humildad que nosotros tenemos en la adoración.
Es muy importante que entendamos que cuando usted entra a una congregación, y miras que estamos en la adoración, van a haber algunos que se postran, tal vez no se hincan en el piso, pero los vas a ver agachando su cabeza, postrados al Señor, y ahí es donde tú puedes ver esa semilla de trigo que tiene un amor sincero por el Señor.
Y también tú puedes ver personas que están en la adoración, tú los miras que miran para un lado, para el otro, platicando, viendo su celular, esa es la que no se quiere doblar, la que no quiere someterse delante de la presencia de nuestro Señor.
Entonces este don de discernimiento de espíritus te permite saber acerca de qué enseñanza es de Dios o no, y también te permite saber si hay un espíritu que se está levantando en la congregación, acerca de algo que se esté moviendo, puede ser un espíritu de Jezabel, que puede estarse moviendo dentro de la congregación.
Ahora vamos a pasar al siguiente grupo.
DONES DE PODER
1 Corintios 12:9-10
“a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros…”
Entonces podemos ver aquí, dice que a otros les es dado fe, entonces el primer don del segundo grupo se llama fe, y a otro le es dado el don de sanidades, en plural, y a otro dice que les es dado el don de hacer milagros.
Estos son el segundo grupo, a este segundo grupo le llamamos dones de poder.
El primero y más importante de este grupo es el don de fe, y déjame decirte que la fe es algo que tiene varios niveles, ahora no vamos a entrar en detalles acerca de esto, pero vamos a ver dos de esos niveles, y uno es el primero, cuando nosotros llegamos a Cristo, recuerda que la fe también es una dádiva divina, no es algo que tenemos nosotros, sino que es algo que Dios nos da.
Y el primer nivel de fe es cuando el Espíritu Santo nos da convicción de pecados, la convicción de pecados es la que nos hace saber que necesitamos de ese Cristo resucitado, del Rey de reyes y Señor de señores, es cuando sentimos esa necesidad de adorar y servir a nuestro Señor.
Pero este nivel de fe que estamos hablando aquí es muy distinto, este tiene un nivel más alto de poder, porque es necesario para poder ejercer los otros dos dones de poder, es necesario tener un nivel de fe más avanzado.
El don de fe es un nivel más fuerte acerca de la fe que es dada por medio del Espíritu Santo para que nosotros podamos usar este segundo grupo de dones que se llaman los dones de poder.
Normalmente quienes reciben o usan más los dones de poder son los evangelistas, porque ellos están predicando, y luego imponen manos para poder hacer milagros, sanidades, liberaciones, los dones de poder son usados más que todo por los evangelistas.
La segunda parte, don de sanidades, quiere decir que hay tipos de sanidad, sanidad interior y sanidad exterior. La sanidad interior es parte de lo que se necesita para poder traer sanidad a los corazones fragmentados, las heridas de rechazo, de abandono, de traición, es necesario que tengamos este don.
Entonces sanidades hay de dos tipos. Una es interior, y la otra es exterior, que tiene que ver más con enfermedades. Así distinguimos las dos diferentes sanidades, una es para sanidad interior, y otra es para sanidad exterior.
Pero quiero contarte algo que muy pocas personas conocen, que las dos están unidas.
¿Cómo funciona esto?
Significa que muchas de las enfermedades físicas naturales de la gente, están conectadas con un problema espiritual.
Por ejemplo, el 80%-90% de las mujeres que han sido violadas desarrollan cáncer.
Entonces puede ser que venga una persona, tal vez no percibió la raíz del problema, y entonces cuando viene a hacer oración, declara sanidad por el problema de salud, porque la persona entiende que tiene cáncer, pero no entiende de dónde viene.
Entonces se sana, pero a los 4-5 meses el cáncer regresa, porque la raíz no fue eliminada.
El dolor que tiene la persona que ha sido violada, más que todo es porque se siente sucia, porque cree que ha pecado, aunque no tiene que ver con ella, sino que tiene que ver con la persona que lo hizo. Pero se siente sucia, a veces se siente que no es una persona digna, y entonces es importante que lo entendamos.
O a veces en el caso de pastores que están trabajando para la restauración de algunos hermanos, después de 2 o 3 meses, vuelve a ver que la persona vuelve a caer en el mismo pecado, y esto sucede porque hay raíces de iniquidad.
Entonces dentro de la restauración tenemos que entender cómo llegar a la profundidad de estas raíces de iniquidad, y esto lo vamos a hacer a través del don de sanidades.
Ahora vamos a ver el don de hacer milagros.
El don de hacer milagros es algo diferente, es algo que necesitamos entender que está fuera del diseño que Dios tiene. El don de hacer milagros está fuera de lo que son los diseños de Dios para cada uno de nosotros, el don de hacer milagros es un milagro creativo.
Es decir, una persona puede recibir un corazón nuevo, o le crecen los dedos, las piernas se emparejan, porque estaban mal, o Dios le da un riñón nuevo, o le puede dar ojos o tímpano nuevo.
A mi padre espiritual le dio un tímpano nuevo, y eso es algo maravilloso, como el Señor nos cuida.
Los milagros son algo sobrenatural, que también sucede cuando nosotros vemos ese milagro de levantar personas que han fallecido.
Ahora, déjame decirte que ese caso es algo muy especial, Dios no lo hace con cualquier persona.
En todo el tiempo que yo tengo sirviendo al Señor, el Señor me ha permitido hacer solamente un milagro de levantar a un muerto, un niño que fue levantado de entre los muertos, para gloria y honra de mi Señor.
Entonces quiero que entiendas que no es que vas a andar buscando por ahí en cualquier lugar donde haya un funeral, sino que tienes que tener mucho cuidado, tienes que esperar que sea Dios quien te diga, para que tú vayas y hagas las instrucciones tal como el Señor te lo dice.
Ahora vamos a pasar al grupo tres.
DONES VERBALES O DE COMUNICACIÓN
1 Corintios 12:10
“…a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.”
Antes que prosigamos, quiero que veamos en este versículo que dice el discernimiento de espíritus, aquí está el texto en donde vimos el número tres del primer grupo. Todo esto lo estamos viendo con una base bíblica.
Vamos a ver el tercer grupo, primero dice el don de profecía, luego a otros diversos géneros de lenguas, y tercero, la interpretación de lenguas.
Así que vamos a ver el tercer grupo, este grupo es muy importante también. Vamos a hablar de cada uno de ellos.
Para comenzar vamos a hablar de lo que es el don de profecía. Hay mucha gente que se confunde entre el don de profecía y lo que es el profetizar, son dos cosas muy distintas.
La profecía es profesar la palabra de Dios, cuando tu tienes el don de profecía es repitiendo la palabra de Dios, pero para que lo entendamos mejor, vamos a regresar después por los otros dos, pero quiero que entendamos esto, y para esto vamos a ver las tres dimensiones de lo profético.
El primero es el espíritu de la profecía, el segundo es el don de la profecía, y el tercero es el ministerio del profeta de oficio.
Vamos a aprender lo que son estas tres dimensiones a través de las escrituras.
Primero vamos a ver dónde nos habla la biblia del espíritu de la profecía.
Apocalipsis 19:10
“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Estas palabras fueron dadas al apóstol y profeta Juan, cuando se encontraba en la isla de Patmos, pero quiero que entendamos qué es lo que quiere decir, dice “porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Entonces, ¿dónde está el testimonio de Jesús? Eso es lo primero que tenemos que entender.
El testimonio de Jesús lo podemos encontrar en las escrituras, en la biblia, ahí lo encontramos. Cuando tú vas leyendo la biblia, te vas a dar cuenta que toda la biblia habla de nuestro Señor Jesucristo, desde el mismo principio.
Por ejemplo la primera profecía se encuentra en Génesis 3:15, ahí habla de Jesús. Por ejemplo, cuando dice la escritura que Dios le da una palabra a Abraham y le dice “de tu descendencia se bendecirán todas las naciones del mundo. ¿Quién es esa descendencia? Es Cristo Jesús, él es la descendencia, porque por medio de la sangre preciosa derramada en el Gólgota, en la cruz del calvario, es que todas las familias del mundo llegaron a bendecirse.
Si nosotros vemos más adelante, a David le dio una profecía muy similar, le dijo que de su descendencia se sentiría en el trono de David para siempre. Significa que la descendencia de David también era Cristo Jesús.
Ahora, si tú miras por ejemplo, lo que dice Génesis 3:15, dice “pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente de ella, ella te magullará en la cabeza, y tú le morderás el calcañar”. Ahí estaba hablando de la descendencia de la mujer.
¿Quién era la descendencia de la mujer? La simiente era Cristo, y esa profecía tiene que ver con nuestro Señor, por eso a la serpiente le dice “pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente de ella”, quiere decir que es Cristo, “quien te magullará la cabeza, y tú le morderás el calcañar”.
La mordida en el calcañar ya sucedió, cuando nuestro Señor entregó su vida aquí en la tierra, pero el que nuestro Señor le parta la cabeza al diablo todavía no ha sucedido, porque nosotros lo podemos ver en el libro de Apocalipsis, donde nos habla de que al final de los mil años, Satanás, junto con el Hades y la muerte, todos serán tirados al lago de fuego, que será una muerte eterna.
Quiere decir que durante toda la biblia se encuentra el testimonio de Jesús.
Por ejemplo, leíamos que a Abraham, Dios le dijo que de su descendencia se bendecirían todas las naciones, está hablando de nuestro Señor Jesús.
Cuando le habla a David de que de su descendencia se sentaría alguien en el trono de David, está hablando de nuestro Señor Jesús.
Cuando vemos por ejemplo en Isaías, donde dice “un hijo se nos ha dado, y este vendrá vestido y será recubierto con autoridad, y será llamado padre eterno, príncipe de paz”, está hablando de nuestro Señor Jesucristo.
Y si vemos en Daniel, donde está hablando en Daniel 2:44, dice que en el día de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será pasado a ninguna otra nación, y este mismo triturará a todos estos reinos, está hablando de nuestro Señor Jesús.
Después encontramos los cuatro evangelios, que hablan de nuestro Señor Jesús., y aun después en las cartas y terminando en el Apocalipsis, se habla del cordero, que se encuentra en las escrituras.
De manera que podemos encontrar que toda la escritura tiene el testimonio de Jesús.
Ahora, ¿cómo podemos obtener el espíritu de la profecía?
Como ministros tenemos que leer la escritura, por lo menos 10 a 15 capítulos diarios, para que podamos recibir este espíritu de la profecía.
Ahora, recuerda que la palabra de Dios es como una espada, pero yo te pregunto, ¿quiere decir que agarramos la biblia, y agarramos a bibliazos al demonio? No, tú tienes que comerte la palabra, eso fue lo que Dios le dijo al profeta Isaías, le dijo “cómete el rollo”.
Así que tienes que aprender a comerte el rollo, porque de ahí va a venir este espíritu de la profecía, cuando estás enseñando, o tal vez una persona está necesitando una palabra, entonces en ese momento vamos a entender la palabra que Dios nos da a través de un versículo, es el espíritu de la profecía.
Entonces aquí es donde nosotros nos vamos a dar cuenta, el espíritu de la profecía viene sobre nosotros.
Quiere decir que cuando yo me como la escritura, la palabra primero viene a estar en mi corazón, y por medio del Espíritu Santo, vengo a tener revelación, cuando esa palabra sale de mi boca como palabra rema, es cuando funciona como una espada, y es ahí cuando penetra, cuando lo hacemos con el entendimiento y con la revelación del Espíritu Santo, porque la palabra escrita es “logos”, es una palabra, pero cuando la palabra es revelada, ahí es cuando tiene el rema de Dios y poder y ejerce poder.
Entonces cuando nosotros activamos a través de proclamar la palabra de Dios, que es la palabra profética, es proclamar, es decir, repetir lo que dice la escritura.
Entonces el espíritu de la profecía es el espíritu que viene a nosotros por leer la biblia, por leer la escritura.
Estamos en los tres niveles de lo profético, ya sabemos lo que es el espíritu de la profecía, y ahora vamos a hablar del don de la profecía.
Cuando nos es dado el don de la profecía, quiere decir que el Espíritu Santo nos ayuda para que podamos recordar los textos bíblicos.
Si nosotros recibimos este don, la palabra de Dios va a fluir en nuestra vida. Es muy importante porque aquí es donde nosotros empezamos a fluir como maestros.
Cuando enseñas o predicas, es cuando el Espíritu Santo te da este don, el don de la profecía, para que podamos recordar los textos bíblicos.
Y el tercero es el ministerio del profeta, creo que no lo tengo que explicar, porque sabemos bien lo que es.
Entonces ahora vamos a continuar con el siguiente don, que es el don de diversos géneros de lenguas.
Primero te voy a hablar de tres géneros de lenguas, que son lenguas vivas, lenguas muertas, y las lenguas del espíritu.
Las lenguas vivas son las que están activas el día de hoy, eso significa que son lenguas que se hablan actualmente, como el inglés, el español, el francés, a veces el Señor nos permite que nosotros podamos interpretar algunas de esas, porque viene un mensaje a través de eso.
Puede ser que estás predicando, y de repente te encuentras en otro país, y necesitas dar una palabra, y el Señor te permite hablar en una lengua viva.
Pero también hay lenguas muertas, como el babilónico, el azteca, que son algunos de los idiomas que ya no se hablan.
También podemos ver que en los diferentes géneros de lengua, vamos a encontrar las lenguas del espíritu, estas son las más importantes.
Dentro de las lenguas que yo conozco, que el Señor me ha dado, conozco lenguas de guerra, lenguas de intercesión, y lenguas de adoración, estas son las lenguas que el Señor me ha dado, me ha dado diversos géneros, pero esos son los tres géneros que me ha dado a mí. No quiere decir que no haya más, pero esos son los tres géneros que el Señor me ha dado a mí.
Ahora vamos a pasar al tercer don de este grupo, que son los dones verbales. Déjame decirte que solamente hay un 20%-30% de las lenguas espirituales que se hablan que deben interpretarse, y eso solamente es cuando Dios nos manda un mensaje, lo único que interpretamos son mensajes que vienen dirigidos a una persona, porque lo demás Dios lo hace que nosotros lo hablemos en lenguas, porque muchas veces nosotros no sabemos cómo pedir, entonces el Espíritu Santo actúa como un intercesor a través de nosotros, y este es el que hace los gemidos indecibles.
Mucha gente habla de estos gemidos indecibles, pero quien realmente hace esto es el Espíritu Santo, Él es el que a través de nosotros hace, como dice la escritura, los gemidos indecibles.
Entonces es muy importante que entendamos esto que tiene que ver con la interpretación de lenguas.
Vamos a continuar ahora, vimos lo que eran las tres dimensiones de lo profético, y ahora vamos a aprender un poco más de lo que son los dones del Espíritu Santo.
1 Corintios 12:11
“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”
Para terminar esta enseñanza, quiero que entendamos que cuando recibimos al Espíritu Santo uno no recibe solamente una parte de estos dones, sino que los recibe todos.
Quiere decir que recibimos los nueve dones, pero son activados conforme la voluntad del Espíritu Santo, porque dice que Él los da a cada quien como Él quiere.
Pero eso quiere decir que nosotros tenemos dos tipos de dones dentro de nosotros.
Uno que viene a ser compañía de tu ministerio, como dice Efesios 4:7, que a «cada uno le es dado la gracia según el don de Cristo», significa que a cada uno nos es dado algunos de estos dones, dependiendo del ministerio al que nos ha llamado.
Por ejemplo, los apóstoles, los profetas, usan mucho los dones de revelación, pero quiero que entiendas que esto no quiere decir que no puedes usar los otros dones.
¿Cómo lo hacemos? Cuando creas que es necesario usarlo, tú ve y haz tu trabajo, ora, declara la palabra, si el Espíritu Santo desea que esa persona se sane, o tenga ese milagro, lo va a hacer.
Pero la única manera en que podemos activar esos dones que tal vez todavía no los tenemos activados, aún no los podemos usar a voluntad, van a ser dados cuando nosotros los tengamos en uso.
Recuerde lo que leímos en el versículo 7 de este capítulo, que a «cada uno le es dada la manifestación para provecho».
1 Corintios 12:7
“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”
Entonces tu dones se van a ir activando cuando los uses, y eso es muy importante, porque la mayoría de las personas están esperando a tener los dones para salir a trabajar.
Es importante que tengas el bautismo en el Espíritu Santo, pero los dones van a ser activados conforme vamos trabajando, y te vas a ir sintiendo más cómodo con ellas.
Y es importante tener un padre espiritual, o un ministro maduro que nos oriente, para que nos oriente y nos forme para poder avanzar en nuestro ministerio.
Atte. Apóstol José Luis García a los pies de Cristo.